Una construcción de paz todos la podemos lograr
Esta paz que es don de Dios y debemos hacerla más visible dentro de la sociedad haciendo un esfuerzo auténticamente humano en el día a día de forma constante y creciente, esta paz exige que nos reconciliemos los unos con los otros en todos los ámbitos de nuestra vida; reconciliarnos con los que piensan diferente, con quienes tenemos discrepancias, con quienes nos hacen mal o con aquellos a quienes hemos hecho daño. Es una tarea que no solo debe ser desde La Habana o desde las cumbres del alto gobierno, sino en las comunidades parroquiales, en las instituciones educativas, en los espacios laborales, en los medios de transporte, en las iniciativas políticas tan presentes como sus representantes, en las diversas confesiones religiosas, en los núcleos familiares, en los vínculos sociales, entre las víctimas del conflicto, entre hermanos, amigos, pedimos acoger la paz con un corazón dispuesto.
“La paz sea contigo, reconciliémonos” con estas hermosas palabras y después de la eucaristía en la iglesia San Bernardino de Soacha, se dio inicio al evento cultural realizado en el salón de las hermanas salesianas, el cual comenzó con un canto titulado “Una plegaria por la paz” interpretado por alumnas de colegios privados de Soacha.
La invitación a ponerse de pie ondeando banderas de color blanco fue el siguiente acto como un gesto de aquellas personas que anhelamos la paz, mientras Edwin Jesús cantante y compositor interpretaba la canción Himno tierra de paz.
Mensaje de Edwin Jesús:
Dicho evento continuó con la obra teatral y musical “El país que soñamos en paz”, dicho evento cultural no solo evidenció los deseos de paz de grandes y pequeños sino que también dejó ver el trabajo realizado por la fundación San Antonio de la arquidiócesis de Bogotá, dirigida por Hernando Rosas, del programa Redes, esta fundación trabaja con la niñez desamparada, niños de 6 a 17 años con actividades de desarrollo personal.
Al respecto el director nos conto:
La obra fue montada en un supuesto inquilinato donde se representó la diversidad Colombiana con bailes y las actuaciones de los niños y jóvenes se pidió que “en lugar de armarnos era mejor amarnos los unos a los otros y que podríamos vivir felices si perdonamos”.
En el se exhibieron las costumbres y bailes de diferentes regiones del país, así mismo se mostró la intolerancia que se evidencia en el diario vivir.
Al final de este significativo acto cultural hablamos con el padre Ricardo Martínez, de la pastoral social de la diócesis de Soacha, quién vio cómo el reflejo de su trabajo fue ovacionado. “Sí un pequeño acto cultural, pero con la previa eucaristía nos dio ese Momento de felicidad de cómo será y cómo encontraremos la paz cuando la podamos vivir plenamente”.
Una construcción de paz todos la podemos lograr cuando unamos nuestros corazones y sencillamente dejamos a Dios actuar.
Mensaje de niños y jóvenes al terminar el evento: