Pasar al contenido principal

27-jul.-2025, domingo de la 17.ª semana del T. O.

«Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá»

Amanecer maravilloso y descansado, para vivirlo con corazón agradecido y pensando en tu amor. Gracias por todo lo que bondadosamente nos das: nuestra familia, amigos, conocidos, salud, bienestar y dedeos de amar y servir a nuestros hermanos.

Hoy nosotros también te pedimos que nos enseñes a orar, porque muchas veces lo hacemos no con sentimiento amoroso, sino con ansiedad y en nuestras necesidades y Tu nos has dicho que hablemos al Padre celestial con toda confianza. Danos la fortaleza para rogarle con insistencia, para seguir pidiendo lo que necesitamos, hasta que en su bondad se digne otorgárnoslo, y para seguir buscando hasta encontrar. No permitas que nos olvidemos de rogar también por las necesidades de nuestros hermanos y, antes que nada, por las cosas realmente importantes, como son: tu voluntad y tu reino. No nos dejes olvidar de darle gracias por todo lo que nos ha concedido y que muchas veces es más de lo que necesitamos. 

Nuestra oración sobre todo sea para pedir: Líbranos de todos los males. Guárdanos libres de todo pecado y protégenos del miedo, de la rutina y del desaliento. Ayúdanos a trabajar con alegría y esperanza. Danos la gracia de aprender de Ti no solamente a orar, sino también de mostrar nuestras obras con nuestras palabras. Que nuestra oración nos impulse a comprometernos profundamente a llevar a todos perdón, justicia y amor, fe, esperanza y caridad, para confiar más plenamente en Ti y en el Padre celestial. Nuestra oración sea insistente como la de Abraham y humilde y sencilla como Tú nos insistes. 

No olvidemos: «pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá». Un muy feliz y bendecido y orante domingo. 

PALABRAS DEL PAPA

Se ora con valentía, porque cuando oramos, normalmente tenemos una necesidad. Dios es un amigo, un amigo rico, que tiene pan, que tiene lo que necesitamos. Es como si Jesús dijera: «En la oración, sean intrusivos, no se cansen». ¿No cansarse de qué? De pedir. Pidan y se les dará. Porque es un trabajo, un trabajo que nos exige fuerza de voluntad, perseverancia, determinación, sin vergüenza. ¿Por qué? Porque estoy llamando a la puerta de mi amigo. Dios es amigo, y con un amigo puedo lograrlo. Una oración constante e intrusiva. Pensemos en santa Mónica, por ejemplo. Cuántos años rezó, incluso con lágrimas, por la conversión de su hijo. El Señor finalmente le abrió la puerta. (Papa Francisco - Homilía Santa Marta, 11 de octubre de 2018)

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda, pbro.