Tercer encuentro general del presbiterio bogotano

Para este tercer encuentro la información sobrepasó lo previsto, fueron muchos los temas, las exposiciones e intervenciones, pero se llegó a la meta.

La sesión empezó con la proyección de Noticiero arquidiocesano, Nuevo Rumbo, el cual ya ha llegado a su cuarta emisión, también puede verse en el canal de YouTube de la Arquidiócesis y en su página Web.

Monseñor Alejandro Díaz García, quien estaba en Roma trabajando en la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, acaba de llegar para integrarse al equipo de formadores del Seminario Conciliar. Presentó una disertación sobre las acciones misioneras y sus riquezas, también una imagen muy interesante e ilustrativa sobre los ritmos de producción, enfrentando la producción industrial y la artesanal. En la primera se ve la importancia de la igualdad y masificación del producto sin que los insumos sean significativos, esto frente a al amor y dedicación de lo personal, en manos del artesano.

Monseñor Pedro Salamanca explicó el derrotero del mes extraordinario para la misión evangelizadora en la ciudad.

Luego, dos intervenciones: Monseñor Rafael Cotrino habló del Proyecto Camino, Verdad y Vida para la apropiación de la vida económica de la Arquidiócesis y de las diferentes formas de canalizar las ayudas para las necesidades de esta Iglesia particular, que atiende más migrantes que cualquier otra, tanto desplazados internos como migrantes extranjero y que ha creado parroquias donde la ausencia de recursos económicos haría inviable la atención pastoral, pero donde no falta la presencia de los presbíteros.

Finalmente, el padre Ricardo Pulido hizo una presentación sobre la actualidad del Universidad regentada por la Arquidiócesis: Unimonserrate, y cómo, en pocos años ya está entre las 20 mejores del país, por encima incluso de instituciones históricas.

El Señor Cardenal despidió el encuentro con una importante invitación a los presbíteros y a sus fieles para que asistan a la eucaristía que se celebrará el sábado 10 de agosto, en la catedral Primada, como acción de gracias por el bicentenario de la Independencia, con presencia de representantes del Estado.