Te Deum por el aniversario de la Independencia Nacional
Desde la entrada gloriosa de Simón Bolívar, vencedor de las tropas españolas, ha sido costumbre que el 20 de julio el Gobierno Nacional ofrezca esta ceremonis litúrgica y se realice en la Catedral Primada.
En el día de hoy, en la celebración del aniversario 204 del Grito de Independencia, se llevó a cabo la ceremonia del canto del Te Deum, a cargo del coro de la XIII Brigrada del Ejército Nacional, como ha sido tradición.
Presidió el señor cardenal, Rubén Salazar Gómez, arzobispo primado de Colombia; le acompañaron: Monseñor Fabio Suescún Mutis, obispo castrense; los señores canónigos Juan Miguel Huertas Escallón y Jorge Alberto Ayala López, párroco de la Catedral.
Asistió el señor nuncio apostólico Ettore Ballestrero, decano del cuerpo diplomático, el vicepresidente Angelino Garzón, los ministros, representantes de las Altas Cortes, senadores y represententantes, el cuerpo diplomático y los expresidentes.
La Primera lectura, del profeta Isaías, la hizo el señor presidente, don Juan Manuel Santos Calderón.
En su homiiía -titulada "La construcción de la paz"-, el señor cardenal Rubén hizo un énfasis importante en la paz, como don de Dios y como necesidad del pueblo colombiano:
"Construir la paz crea una relación estrecha, íntima, del ser humano con Dios y lo convierte en instrumento de su acción salvadora. Al construir la paz el hombre y la mujer participan de una manera especial en la cción creadora y restauradora que Dios realiza respecto de la humanidad. Y por ello, para poder construir la paz, el hombre debe adquirir los rasgos del rostro de Dios, que Jesús explicita al proclamar las bienaventuranzas".
Historia:
Te Deum (en latín: ‘A ti, Dios’, primeras palabras del cántico) es uno de los primeros himnos cristianos, tradicional de acción de gracias.
Suele ser entonado en momentos de celebración.
Compuesto originalmente en latín, el nombre se debe a que así empieza su primer verso. Se suele denominar también como "Himno Ambrosiano", pues según una leyenda, lo compusieron en común San Ambrosio de Milán y San Agustín de Hipona: en el año 387, cuando San Agustín recibió el bautismo de manos de San Ambrosio: este último, movido por el Espíritu Santo, improvisó el himno y Agustín iba respondiendo a sus versos. Estudios recientes han verificado que el Te Deum en realidad fue escrito en el siglo IV por Aniceto de Remesiana.
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