Se esperan cerca de mil consagrados en la apertura del Año de la Vida Consagrada en la Arquidiócesis de Bogotá
El Año de la Vida Consagrada iniciará el próximo domingo 30 de noviembre con una Misa en la Basílica de San Pedro, presidida por el papa Francisco y concluirá el 2 de febrero de 2016.
“Son cerca de mil consagrados, religiosos y religiosas de todas las comunidades, que estarán en la apertura del Año de la Vida Consagrada de la arquidiócesis de Bogotá. Nos diferenciamos porque todos tenemos nuestro camino de consagración con un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, pero vivimos espiritualidades diversas, se distinguen por su vestido o hábito; es un momento muy importante, todo un año en el que vamos a reflexionar sobre la vida consagrada”. Monseñor Gabriel Londoño Sepúlveda, vicario para la vida consagrada, asociaciones y movimientos laicales.
En el mundo son más de 5.000 comunidades religiosas que comenzaron a surgir especialmente desde el año 375 donde comenzó a vivirse en la Iglesia la vida consagrada que tiene diversas formas como la vida contemplativa la cual se vive en los monasterios; los religiosos que hacen los votos de pobreza, castidad y obediencia y las nuevas formas de vida consagrada donde están los laicos, gente del común que hacen una consagración específica, adquieren un compromiso propio en una espiritualidad concreta.
En la arquidiócesis de Bogotá existen 132 comunidades femeninas, 47 comunidades masculinas y 3 comunidades de vida contemplativa: Los monasterios de las Hermanas Carmelitas, las Hermanas de la Visitación de Santa María y las Hermanas Clarisas, todas estas experiencias de vida consagrada han ido surgiendo con diversos fundadores a través de la historia.
Sobre la presencia de la vida religiosa en la capital, hay una fuerza y presencia grande de la vida consagrada, en Colombia los religiosos y religiosas fueron los primeros educadores, fundadores de hospitales y clínicas. En cada extremo de Colombia hay presencia religiosa que con su testimonio de vida cristiana acompañan la realidad del país a todas las poblaciones desde la infancia hasta los adultos mayores, los consagrados están comprometidos y viven inmersos en la realidad social desde Jesucristo.
Monseñor Gabriel Londoño Sepúlveda, vicario para la vida Religiosa, asociaciones y movimientos laicales, ayer en la Rueda de Prensa realizada en la Curia Arzobispal, explicó que “el papa Francisco ha querido invitarnos a vivir un año especial dedicado a la vida consagrada desde el 30 de noviembre del 2014 hasta el 2 de febrero de 2016, son 15 meses, donde toda la iglesia universal va a estar centrada en esta temática que tiene un lema: Vida Consagrada Evangelio, Profecía y Esperanza en la Iglesia de hoy. También tiene un logo, diseñado por una gran artista italiana, que contiene el lema en latín; la paloma representa las letras en árabe paz, donde se integra la Iglesia oriental y occidental; tiene las tres estrellas símbolo de la maternidad oriental y que representa la consagración de los religiosos con los votos de pobreza, castidad y obediencia; finalmente la figura poliédrica que recoge a todos los que en el mundo creemos”.
Así mismo, comentó sobre los diferentes eventos que se llevarán a cabo durante este Año de la Vida Consagrada:
- Los miércoles del año 2015 estará toda la Iglesia arquidiocesana y colombiana orando por la vida consagrada.
- El próximo 8 de diciembre, es el día de oración mundial por los monasterios y en los monasterios, dedicado a la vida contemplativa de hombres y mujeres que se entregan a Dios permanentemente en la oración.
- El Encuentro Latinoamericano de Religiosos, de la Vida Consagrada en América Latina y el Caribe será en Bogotá del 18 al 21 de junio del 2015.
Los objetivos del Año de la Vida Consagrada:
Este Año está pensado en el contexto de los 50 años del Concilio Vaticano II y, en particular de los 50 años de la publicación del decreto conciliar ‘Perfectae caritatis’ sobre la renovación de la vida consagrada, una ocasión para recordar ‘con memoria grata’ este pasado reciente. Este es el primer objetivo del Año de la Vida Consagrada”.
El segundo objetivo es que los consagrados y consagradas abracen “al futuro con esperanza”, conscientes de que el momento actual “es 'delicado y fatigoso' y que la crisis que atraviesa la sociedad y la misma Iglesia toca plenamente a la vida consagrada.
Los consagrados son conscientes de 'vivir el presente con pasión', y este es el tercer objetivo del Año, que será un momento importante para 'evangelizar' la vocación propia y dar testimonio de la belleza de la 'sequela Christi' en las múltiples formas en que se desarrolla su vida.