Oración a la Virgen de Chiquinquirá
Acordaos, ¡Oh clementísima Señora del Rosario!,
Oh incomparable Señora del Rosario de Chiquinquirá!
Madre de Dios, Reina de los ángeles,
abogada de los pecadores,
refugio y consuelo de los afligidos y atribulados.
Virgen Santísima, llena de poder y de bondad,
lanzad sobre nosotros una mirada favorable
para que seamos socorridos por Vos
en todas las necesidades en que nos encontramos.
que nunca se oyó decir que alguien que haya recurrido a Vos,
invocado vuestro Santísimo nombre,
e implorado vuestra singular protección,
fuese por Vos abandonado.
Animados con esta confianza, a Vos recurrimos.
Os tomamos desde hoy y para siempre por Madre nuestra,
nuestra protectora, consuelo y guía,
esperanza y luz en la hora de la muerte.
Libradnos de todo aquello que pueda ofenderos
y a vuestro Santísimo Hijo, Jesús.
Preservadnos de todos los peligros del alma y del cuerpo;
dirigidnos en todos los negocios espirituales y temporales;
libradnos de la tentación del demonio,
para que andando por el camino de la virtud,
podamos un día veros y amaros en la eterna gloria,
por todos los siglos de los siglos.
Amén.