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Horizonte de Sentido (SEAB)

Teniendo en cuenta la misión evangelizadora de la Iglesia en la Arquidiócesis de Bogotá, surge la preocupación por la formación de los futuros cristianos y de manera…

Esta propuesta va íntimamente ligada al Plan de Evangelización de la Arquidiócesis, en cuanto quiere que la formación integral que se ofrece en las diferentes instituciones educativas se convierta en una verdadera experiencia de encuentro, amor y seguimiento a Jesucristo, que permita vivir unas nuevas relaciones de comunión y transformar la historia de la ciudad y de la Iglesia que peregrina en ella. 

El SEAB es sistema porque sus elementos constitutivos conforman una totalidad material y conceptual, que actúa mediante las interacciones e interdependencias de sus partes, en donde cada elemento se relaciona directa o indirectamente con otros mediante principios y operaciones, que constituyen la complejidad y unidad del mismo. Esta totalidad tiene como finalidad “Formar excelentes seres humanos, auténticos cristianos y verdaderos servidores de la sociedad”. 

El SEAB es considerado como un sistema sociocultural, abierto, conformado por subsistemas que también están en relación con suprasistemas como el Arquidiocesano de Bogotá y el Sistema Educativo Nacional. 

En el SEAB, en términos de Herrscher (2010), se busca que las relaciones entre sus elementos sean fluidas; la vinculación con el contexto se haga cada vez más estrecha y que impacte la realidad externa. Además, que se manejen los problemas y oportunidades en sus múltiples causalidades y consecuencias, tanto directas como indirectas y que la meta del todo prime sobre las metas de las partes. 

¿Quiénes somos? 

Hace un poco más de cincuenta años, la Arquidiócesis de Bogotá quiso responder a las necesidades y retos que la realidad urbana de la ciudad le planteaba en relación con la educación católica de los niños y jóvenes. Por ello, ante la ausencia de centros de educación formal en los nacientes barrios del sur de la ciudad, se propuso ofrecer una educación católica en la que se transmitieran los principios de la Iglesia. Con este objetivo, algunos párrocos del sur de la ciudad, iluminados por las reflexiones de los documentos que se estaban generando desde el Consejo del Episcopado Latinoamericano (CELAM) y motivados por los diálogos de las reuniones de la Unión Parroquial del Sur (UPS), decidieron fundar colegios parroquiales ubicados, casi siempre, al lado de los nacientes templos que también se hallaban en proceso de construcción.

Según las crónicas de la UPS, los colegios parroquiales en la Arquidiócesis llegaron a ser más de 40. Conviene decir que éstos daban atención, sobre todo, a la escuela primaria. Para la sección de bachillerato, en 1957 se fundó un colegio interparroquial con un cupo de 8 niños por sacerdote, a cambio de una cuota mensual de cincuenta pesos. Para la dotación, cedieron lo correspondiente a una colecta dominical y en la dirección se nombró al padre Alfonso Henao Sáenz. Es en esos años cuando, para favorecer la acción mancomunada, se creó la "Federación de Colegios Parroquiales" (ASCOLPA).

En la actualidad, los colegios parroquiales que conforman el Sistema Educativo de la Arquidiócesis de Bogotá de Bogotá son 19; tres (3) de ellos, el Tecnológico del Sur, el Instituto San Pablo Apóstol y el Gimnasio Manuel María Camargo, se consideran arquidiocesanos y 16 se identifican como parroquiales, pero todos dependen de la Arquidiócesis de Bogotá. La población total, a finales del 2013, era de 16.295 estudiantes.

En el año 2013, el arzobispo de Bogotá manifestó su interés de organizarlos en un sistema que, respetando los énfasis o contextos de cada colegio, les permitiera una identidad más corporativa y diocesana que parroquial. A este sistema se le ha dado el nombre de Sistema Educativo de la Arquidiócesis de Bogotá (SEAB), denominación que utilizaremos para comprenderlos a todos. 

De los 19 colegios que conforman el SEAB, hay dos: Sara Zapata y San Roque, que tienen únicamente primaria. De los 17 colegios restantes, siete (7) colegios (41,1%) están clasificados, académicamente, en el nivel Muy Superior en las pruebas académicas Saber 11 y los demás -10 colegios-, en el nivel Superior (58.8%). 

Hay dos categorías que les han posibilitado a las instituciones del sistema ser bien valoradas y cumplir las expectativas por la cuales son buscadas por los padres de familia a la hora de hacer la elección del colegio para sus hijos: de una parte, la importancia dada a la labor académica que presta la Iglesia en la ciudad y que se ve reflejada en las cifras antes presentadas y, de otra parte, la proveniente de su identidad católica, puesto que en todas las instituciones que conforman el SEAB, se prioriza el componente de formación en la fe católica.

El SEAB propende, como propósito central, por una formación humano - cristiana integral, con un servicio educativo de alta calidad. 

Su intencionalidad, como ya se mencionó, se concreta en el lema: 

Formar excelentes seres humanos, auténticos cristianos, y verdaderos servidores de la sociedad. 

El centro del SEAB es el ser humano que construye su propio proyecto de vida a través de la interacción con su contexto, que es medio para hacerse sujeto. Un ser creado y limitado, que proviene de otros, está con otros y se hace con otros; de ahí su naturaleza social. Un ser abierto a un mundo de posibilidades de ser. 

Por lo anterior, en las instituciones del SEAB se diseñan ambientes que brindan oportunidades a sus estudiantes y demás miembros de la comunidad educativa, para llegar a ser personas integrales, éticas, sensibles y solidarias con sus semejantes; creativas, con actitud y competencia critico constructiva; con capacidad para mirarse a sí mismas y estar abiertas a su propia transformación. 

El SEAB, de manera decidida, busca contribuir a la formación de auténticos cristianos: personas que den testimonio de su fe, siguiendo el mensaje que Jesús reveló. Para esto, las instituciones del sistema ofrecen experiencias que responden al modo de vida propuesto por el evangelio de la fe católica para que sus estudiantes y demás miembros de la comunidad educativa, en la vivencia de la cultura católica, dentro de la libertad -se respetan otras creencias-, aprendan el anuncio de la buena nueva, enriquezcan y afiancen su elección de fe.

El SEAB, como ya se dijo, reconoce la naturaleza social de la persona humana y de acuerdo con los fundamentos y principios cristianos, propende por desarrollar la actitud y los valores de servicio de manera que los integrantes de la comunidad educativa pongan las propias capacidades a disposición de los demás, en la línea del compromiso, el respeto y el amor con el otro, para contribuir a la construcción de una sociedad más equitativa y solidaria. 

Los integrantes de la comunidad del SEAB reconocen su naturaleza social y, a partir de ahí, propenden por el desarrollo de la actitud y los valores del servicio: comprensión, disponibilidad y solidaridad; desde donde se contribuye, como ciudadano, a la transformación social y del contexto. 

En el lema del SEAB los calificativos “excelentes, auténticos y verdaderos”, hacen eco a los planteamientos de UNICEF (Barcelona, 2005) sobre Educación Para Todos; el Imperativo de la Calidad dirigido hacia: contribuir al desarrollo cognoscitivo de los educandos; propiciar la formación de actitudes y Sistema Educativo de la Arquidiócesis de Bogotá 6 comportamientos cívicos, y crear condiciones para el desarrollo afectivo y creativo, lo expresa de la siguiente manera:

Hay calidad en la educación cuando hay un desarrollo cognitivo de los estudiantes y se estimula el desarrollo creativo y emocional, contribuyendo con la educación a los objetivos de la paz, el civismo, la seguridad, la promoción de la igualdad y a la transmisión de valores culturales. 

A la vez, se puede afirmar que hay una educación de calidad cuando ésta contribuye a la erradicación de las desigualdades y al establecimiento de una democracia equitativa. La calidad de la educación se da también cuando se aprenden los principios del desarrollo científico y se respetan los contextos socioculturales de los educandos y de los docentes” (EPT, 2005).

Descargue a continuación el documento de trabajo del Sistema Educativo de la Arquidiócesis de Bogotá (SEAB)

 

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