Día Internacional de los Niños Víctimas Inocentes de la Agresión
Las Naciones Unidas aprobaron en 1948 la Declaración Universal de los Derechos Humanos que, implícitamente, incluía los derechos del niño, sin embargo, posteriormente se llegó al convencimiento que las necesidades particulares de los niños y niñas debían estar especialmente enunciados, una de las razones por las que surgió Unicef.
UNICEF, Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (United Nations Children's Fund) es un programa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con base en Nueva York y que provee ayuda humanitaria y de desarrollo a niños y madres en países en desarrollo.
Originalmente fue creado en 1946 con el nombre de United Nations International Children's Emergency Fund (UNICEF, en español Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia) para ayudar a los niños de Europa después de la Segunda Guerra Mundial. En 1953, Unicef se convierte en organismo permanente dentro del sistema de las Naciones Unidas, encargado de ayudar a los niños y proteger sus derechos.
Entre los Derechos del niño la ONU y la UNICEF destacan los cuatro principios fundamentales:
- La no discriminación: todos los niños tienen los mismos derechos
- El interés superior del niño: cualquier decisión, ley, o política que pueda afectar a la infancia tiene que tener en cuenta qué es lo mejor para el niño.
- El derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo: todos los niños y niñas tienen derecho a vivir y a tener un desarrollo adecuado.
- La participación: los menores de edad tienen derecho a ser consultados sobre las situaciones que les afecten y a que sus opiniones sean tenidas en cuenta.
Por lo anterior, El Catolicismo en el “Día Internacional de los Niños Víctimas Inocentes de la Agresión” que se celebró el 3 de junio, con base en un artículo de Catholic.net donde la Santa Sede retira su contribución a la UNICEF, a través de una News letter y este artículo hace un llamado de atención para que en esta celebración se entienda “el derecho a la vida” como el derecho a nacer.
“El Fondo para la Infancia de la ONU (UNICEF) ha emprendido denodados esfuerzos a nivel internacional para evitar que lo identifiquen como un organismo que alienta el aborto, sin embargo no ha dejado de promover este procedimiento anti-infancia. Según la agencia informativa LifeSite, desde que el Vaticano suspendió su colaboración simbólica con UNICEF en 1996, debido al apoyo que el Fondo da al aborto, la organización ha procurado convencer a sus donantes de que no lo hace con una "decepcionante retórica encubriendo hechos que muestran que su apoyo al aborto no sólo no ha terminado sino que ha aumentado". LifeSite explicó que su sitio web oficial "expone la mentira de que UNICEF no promueve ningún método particular de planificación familiar, no provee contraceptivos y nunca ha apoyado el aborto". Sin embargo, aclara la agencia, otros documentos en la misma web y en el sitio electrónico de la ONU demuestran la falsedad de tal declaración” Catholic.net
A continuación, les compartimos tres casos donde una mamá valiente de la Fundación Camino en Bogotá decide no agredir más violentamente a su niño; el segundo el programa de televisión Testigo Directo, “Negociando con la vida” director Rafael Poveda, donde el aborto es el crimen del día que conmemoramos hoy 4 de junio “Niños Víctimas Inocentes de la Agresión” y el tercero, con la separación de sus padres, la carta de un niño como tantos, víctima del maltrato físico, mental y emocional.
Opte por la vida de mi hijo
Sospeché que estaba en embarazo y pensé en abortar: comencé a tomar pastas y me mandé a aplicar varias inyecciones. Como nada de eso hizo efecto, a las 14 semanas de gestación, acudí a una clínica donde practican abortos; me hicieron una ecografía y allí vi a mi bebé por primera vez. Pude observar sus manitas y piecitos perfectamente. Al ver esta imagen me horroricé y salí de ahí muy confundida; continúe mi búsqueda hasta que llegue a la Fundación, donde me orientaron sobre la realidad del aborto, sus consecuencias y la dignidad de mi hijo. Por esto decidí continuar con mi embarazo.
Unos días después fui al control médico y de acuerdo a la ecografía, el médico dijo que el niño tenía malformaciones congénitas, que estaba en un estado de desnutrición severo; y como yo tengo luxación de cadera, él me aconsejo ¨interrumpir el embarazo¨.
Mis padres estaban muy lejos. El papá de mi bebé me abandonó y no supe nada de él. Me encontraba muy sola en Bogotá. Por la angustia que tenía, empecé a sangrar, me afané y logré comprender lo mucho que amaba a mi bebé. A los siete meses de gestación, me practicaron otra ecografía que confirmaba la malformación del niño; sin embargo decidí luchar por la vida de mi hijo, acogerlo y protegerlo a pesar de todas mis dificultades.
Finalmente, el bebé nació a tiempo, completamente sano sin ninguna malformación. Es por esto que hoy le doy gracias a Dios que me permite amar y ser amada por mi hijo. El ya tiene 2 años, camina perfectamente y me dice ¨MAMA¨.